El transporte o movilidad sustentable supone un avance no solo tecnológico, sino también una eficiente opción de traslado en las grandes ciudades; y un accionar impostergable de cara a la adopción de buenas prácticas ambientales.

Fomentar la movilidad a través de medios sustentables se ha convertido en uno de los proyectos a tener en cuenta de cara al futuro de las grandes urbes. Según estudios científicos, esta forma de transporte genera múltiples beneficios, tanto para los usuarios particulares, como también para las ciudades en las que se desarrolló la infraestructura necesaria para su aplicación. Entre las principales ventajas y beneficios que aporta se encuentran:

• La reducción de gastos sanitarios: el transporte en bicicleta cuenta como una forma de ejercicio que aporta al control de condiciones de salud como la obesidad, la diabetes y afecciones respiratorias.
• Reducción del gasto energético: el uso de la movilidad convencional (motores de combustión interna, alimentados por hidrocarburos) supone una inversión diaria y deficiente, al requerir una inversión mayor al beneficio logrado. Esto puede observarse, por ejemplo, en la industria automotriz tradicional, cuyos costos de fabricación y manutención son progresivamente más altos.
• Limpieza y purificación del aire: a diferencia de la movilidad convencional, el uso de bicicleta contribuye a reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI y dióxido de carbono –CO₂-), lo cual significa un beneficio en la mitigación de los efectos del cambio climático (modificación de los patrones climáticos con temperaturas extremas, sequías prolongadas, inundaciones; alteraciones en el equilibrio natural de los ecosistemas que repercute en la vida de la humanidad y las biodiversidad que los habita).
• Movilidad eficiente en las ciudades: las grandes urbes usualmente se ven afectadas por la elevada circulación de vehículos, lo que supone un problema a la hora de observar la contaminación visual y sonora, desencadenada por los atascos en el transito. Con la infraestructura en caminos y señalizado adecuado, la micromovilidad (bicicletas, monopatines, motocicletas eléctricas, entre otros) supone un importante descongestivo para la circulación rápida y efectiva en la vida diaria, además de un método de ahorro para quienes utilizan diariamente el transporte público.

Horacio de Belaustegui, presidente de Fundación Biosfera, comentó al respecto:

“La movilidad sustentable es una opción idónea para quienes tienen que ir todos los días a trabajar, desde zonas periféricas hacia los centros de la ciudad. Con la implementación de la infraestructura necesaria, la bicicleta se convierte en una herramienta de ahorro, limpieza del medio ambiente, un medio de transporte eficiente y un medio para la recreación.”

Como institución observadora en la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas, trabajamos activamente para el asesoramiento y la educación del Estado, y la comunidad en general, en buenas prácticas ambientales y el trabajo en la mitigación del cambio climático. De esta manera consideramos que la movilidad sustentable en bicicleta y otros medios eléctricos, significa un método importante para la obtención de resultados en la lucha contra el cambio climático y la disminución de sus consecuencias.